viernes, 13 de marzo de 2009

Vencer los miedos

"Muchas veces, los atletas de deportes de acción son resumidos en una palabra: Locos. La gente juzga nuestros actos sin tomarse el tiempo de aprender el pensamiento detrás de ellos. Cada truco que aprendo, cada prueba que realizo es cuidadosamente estudiada. ¿Cuál es el riesgo? ¿Cuál es el premio? ¿Cuáles son las probabilidades de que me caiga? Si me caigo, ¿Cuáles son las probabilidades de que me lastime? Si me lastimo, ¿Habrá valido la pena? Recién ahí tomo mi decisión. La vida de la mayoría de las personas es controlada por el miedo. Pero sólo porque algo parezca tenebroso no significa que lo sea. Y viceversa. Mi amigo Scott temía a las alturas. Un día fue a saltar desde un puente con otros amigos, pero cuando vio la caída de 40 pies se asustó y no pudo llevar a cabo el salto. Entonces se dirigió a un lugar situado más abajo, que resultó estar justo a la altura de una sección del río que no había sido dragada para tráfico marítimo. Scott saltó, pero sus pies se hundieron en el barro y se ahogó en cuatro pies de agua. A causa de su miedo a las alturas, Scott dejó de realizar un salto que parecía aterrador por uno que no parecía tan peligroso. Pero se asustó de algo equivocado; su falta de estudio fue lo que lo mató. Es interesante ver como las distintas personas manejan el miedo. Me shoquea ver que la mayoría de las personas ni siquiera saben a que le temen. He visto a hombres grandes llorar mientras hacían la fila para subir a la montaña rusa. Cuando les pregunto a que le temen, me dicen que le tienen miedo a las alturas. ¿No sería más lógico tener miedo de la caída, o de la mala construcción? Su miedo no tiene lógica. Los atletas en los deportes extremos quiebran los miedos y llegan a la lógica. El término "situación de vida o muerte" no es una metáfora para mí. Aproximadamente 12 veces al año me meto en situaciones de ese estilo. La claridad y propósito que encuentro en sobrepasar situaciones de vida o muerte es casi eufórica. El tiempo se detiene. Un salto de dos segundos se siente como uno de 20, y todos los sentidos se agrandan. Aquellos que hemos construido una carrera de estos momentos vivimos al 100 por ciento en ese preciso instante. Nada más importa; en esencia, somos libres. La mayoría de los atletas de Freestyle preferirían saltar con una moto por sobre 100 pies de rocas sólidas en lugar de intentar un primer backflip sobre un predio de goma. ¿Por qué? Porque el backflip es algo nuevo, es lo desconocido. Se niegan a aceptar que un truco que pensaban que era imposible de realizar sea fácil y divertido. Las personas establecen límites y a veces nunca aprender a pensar fuera del molde. El talento más importante en los deportes extremos no es la fuerza o la condición física. Es la habilidad de marcar los propios límites y no dejarse limitar por los límites de los que nos preceden. Las personas sabias no viven de los fracasos de otros, sino que aprenden de sus propios errores. Disfruto del pensamiento abstracto que se necesita para ser exitoso en los deportes de acción; me encanta cuando un truco no me sale bien en el primer intento, o siquiera en el intento número 100. Trabajé en el Super flip un mes antes de poder aterrizarlo consistentemente, y ahora es uno de mis favoritos. No hay nada más emocionante que ser el primer en descifrar como realizar un truco. La respuesta es la parte más fácil. Pero yo puedo descifrar la ecuación. Hago lo que quiero casi todos los días. Me pagan por divertirme y me di cuenta que cuanto más dispuesto estoy a fracasar, más éxito tengo. A aquellos que piensan que estoy loco por los riesgos que tomo, les hago la siguiente pregunta, ¿Qué estarían dispuestos a sacrificar por despertarse todas las mañanas con una sonrisa en la cara y sincera emoción por lo que el día pueda traer? Hay sólo una forma de averiguarlo: Tan sólo sujétate del manubrio y salta. "

Travis Pastrana

martes, 3 de marzo de 2009

Una especie que desaparece

A veces siento que las cosas no salen como las planeo, que la vida se propone a ponerme dificultades, o simplemente cosas imprevistas, pero con el objetivo de que aprenda cada vez mas y mas, incluso logra que piense que soy un titere de mano, controlado por algo que la voz popular usualmente llama destino, pienso que pensar quizas sea en vano, siento que a pesar de eso, la vida nos da tiempo para todo, tiempo para hablar asi también como para escuchar, tiempo para explicar, y para entender, tiempo para verdades en contra de las mentiras y tiempo para las heridas, como tambien tiempo para curarlas. La vida nos da y nos quita. Sin embargo, hay algo que siento que queda, hay algo que creo no cambia, y que no tiene tiempo, que es lo que le da ese gran sentido de SER a la vida, el amor, ya sea visto en una relacion como en una familia, eso que nos hace vivir la vida a pleno, eso que no se sabe que es mas fácil, si entender lo que significa, o si encontrar el verdadero amor. Pero de lo que si hay certezas es que debería ser el objetivo principal de cada uno de nosotros, es algo que llena el alma y la vida misma de alegría, de sensaciones y sentimientos únicos, hermosos y listos para ser vividos. Pero a veces la vida no nos deja aprovechar de esas oportunidaddes, aveces no nos deja disfrutar, y nos hace sufrir, el amor se convierte en dolor, y el dolor en odio, asi es que pensamos que nada tiene sentido, que lo que hagamos tarde o temprano va a ser derrumbado como si se tratase de una pared hecha de papel, y lo peor, que nuestro esfuerzo fue en vano. Lo más importante en uno, es poder sentir que dejó todo de si, que hizo todo lo posible para que eso saliera adelante.

Micaela G. Varney - Lucas A. Cepeda